Diario de una loba que adora leer

ArgonEro · **Publicado:** 11 Mar 2021, 16:25

Algo de musiquita para relajarse un rato
Muchas son las cosas que pueden entrar en la cabeza de una alma solitaria, que vaga por el bosque con el unica meta de defenderlo. Quizás, de entre todas las cosas que estas piensa, algunas acaban aquí, como mero recuerdo del pasado, o, para simplemente, reclamar a la melancolía dentro de incontables años, cuando, este diario, lleno de bocetos, mapas y pensamientos, vuelva a abrirse. Quizás acabe perdido, tirado, o olvidado en manos de una gentil, que dio su vida por los demás, o termine simplemente en alguna biblioteca perdido. Solo el tiempo y los dioses sabrán con su omnisciencia sobre, si, este libro, que no le importa a nadie, acaba en buenas o malas manos.

- Hace tiempo que salí de casa, dejé las cosas atrás, solo para buscar lo que deseaba, dejando a mishermanos, a mimanada, con el único propósito de poder encontrar una manera de subsanár el problema de los gnoles... Pero no es momento para pensar en ello. últimamente me he asentado, por decirlo de una manera, cerca de una ciudadela donde ciertamente me siento agradada, pero entrar, eso ya es otra cosa. Sigo sintiendome tremendamenteestresadacuando me veorodeadade hermanos, aunque no es ni la mitád de exasperante que estar cerca de una ciudad humana... Recuerdo tumbarme una noche a mirar a laluna, alzar mi mano... y casi tocarla, algo que no todos los días puedo decir que sienta, pero es algo que me reconforta en el camino, es más que una guía... Es mucho más. Algo que no puedo describir, pero que me embelesa, me alumbra en las noches, mientras pienso que a cada paso que doy hacia delante, será un avance hacia mi meta.

Recuerdo pasar semanas vagando por"Casa"y encontrarme todo tipo de criaturas, osos, osgos, orcos, hermanos y algún humano. Nunca me acerqué a ellos, no me han agradado demasiado las compañías, es algo que me pone de los nervios... Algo superior a mi. Será que estoy acostumbrada a estarsola. Adoro pasar horas bajo la luna, leyendo alguno de mis libros, escuchando la naturaleza rebosar de vida a mi alrededor, es algo que me reconforta, que me agrada, me da lavida, y me hace sentir que soy yo misma.

Muchas veces he tenido que salir huyendo, de cosas que no me agradaban, que son muchas que me danpánico, pero es algo normal, supongo, nada que un poco de soledad y dibujo no puedan arreglar. Hablando del tema, he estado practicando, siempre deseé hacer un pequeño mapa personal sobre"Casa"y poder moverme por esta... y... aunque no lleve demasiado con ellos, he aprendido a comprenderlos, es sencillo una vez que aprendes, pero antes, no sabía que hacer con uno en las manos. Supongo que será algo normal. Durante este primer mes que llevo por aqui, he conocido a algunas personas que me han resultado realmente agradables, comoLoreliel,mi hermana, me comprende, y es la única que posee la misma condición que yo tengo. Un humano sabio, que me ha enseñado multud de cosas, y parece estar muy unido a la naturaleza, y, aunque algo cabezota, me agrada como persona, se llamaZentakord que junto aRigel, otro humano callado, agradable y amigable, son los unicos humanos en los que he tomado algo de confianza... Al menos no me asusto demasiado cuando ellos están cerca. Sé que no me harán daño... Pero sigo desconfiando de ellos.

Tambien he conocido a otros muchos hermanos, entre ellos, un hermano de otra raza, es muy gentil, e inteligente, suele decir palabras que no entiendo, pero mis hermanos de la ciudadela lo tratan como uno más, se llamaHawke. Parece ser muy amigo de una barda, de voz de primavera que responde al nombre deValrieth, no sé por qué pero siempre me llama "Joven", ¿Quizás es que quiere burlarse de mi? No lo sé. Pero ciertamente me agrada. Tambien, hay una hermana muy... "Revoltosa" no sabria como describirla, es joven, más que yo, a ella si que deberia llamarla "Joven", su nombre esAcala, y parece que haya tenido muchos maestros, entre ellos uno llamadoEltharion. Ambos me resultan raros, porque sus arcos no tienen cuerdas, pero sí que disparan flechas, es algo que no comprendo, pero desde luego, he visto que son flechas que cazan de verdád.

También encontré a un hermano, un gran luchador, rastreador, y cazador... Su nombre esAralhel y es un fiero seguidor de shevarass, recto, y lo mejor de todo es que siempre susurra, eso me agrada, no perturba el harmónico canto de la naturaleza, y siempre se mueve entre las sombras. Me ha enseñado muchas cosas, y hasta me ha dejado rastrear en una mision para ayudar a mis hermanos de la ciudadela, es todo un ejemplo a seguir, algún día me gustaría ser cómo él, pero sé que mi camino aun es corto, y mis metas, están muy lejos de mi. Lo importante es seguir avanzando. Creo que hoy lo dejaré por aqui. Mañana, seguramente te cuente más cosas. Pero ahora, tengo ganas de reunirme con mis hermanos

ArgonEro · **Publicado:** 18 Mar 2021, 15:36

Musiqueta por si quieres escuchar!

No hace mucho que llegué a esta parte del bosque, hará solo escasos dos meses que vigilo y trato de defender a mis hermanos, y, aunque muchas veces ellos saben defenderse solos, a más de uno me he encontrado entre el estoque y la pared. Nunca hacia encontrado tantos problemas tan seguidos, supongo que es porque por una vez me he decidido a dejarme ver y asistir a las personas que necesitan una mano en el camino. También he explorado hacia el norte, hacia las tierras de los ancianos ricos, según los llaman ellos, aunque no entiendo demasiado su manera de ver su "Riqueza" muchos de ellos no son sabios, y muchos menos respetuosos, siempre me miran con un raro complejo de superioridad que no comprendo demasiado. Y aunque me moleste, no hay nada que pueda hacer, cada uno es cómo es, y si ellos han decidido ser así, será por algo. Aunque mis hermanos me han contado que es por avaricia y por recelo a mis rasgos afilados, y que siguen siendo algo propensos a mal pensar sobre nuestro pueblo. No tengo... Mucho que añadir a ello.

Hace unas dekhanas ayudé a mis hermanos, entre ellos a Hawke, Valrieth y otros más, de los cuales estaba un mago muy raro y muy excéntrico, aunque parecía tranquilo, su mirada era raramente inteligente... Me daba algo de miedo. Según Valrieth era el mago real, "Todo un honor" según ella, y supongo que ... ¿Sí? La cosa es que lo llamanDraconeo y no sé si es que se ha puesto el mote el mismo por puro ego o se lo ha ganado desafiando dragones. Lo que si sé es que el color rojo de su pelo es más falso que un dhaerow bueno porque se le ve que usa algún tinte para tintárselo. Diría que es más por ego su nombre, aunque no me decantaré por dar por hecho nada, porque no lo conozco. ¿Puede que sea una maldición que haga que su pelo cambie? No lo sé. Es mago, a los magos les pasan esas cosas. Creo.

Entre otras cosas, también ayudé a mis hermanos con un tema relacionado con unos gnoles que los molestaban, al parecer por diversos motivos, debíamos ir cerca del árbol padre. Este, según creo, nos protege y ayuda al bosque a mantener su fuerza. Así que nos dispusimos a ir a esa zona, y vigilar. No iba a ser nada del otro mundo, o eso creía yo, pues el mago que da miedo, Draconeo, nos dijo que le tocásemos el bastón, y luego, dijo unas palabras muy raras, y en un parpadeo, aparecimos en otro lugar muy raro, la sensación fue horrorosa, nunca había sentido como mis tripas querían salir por mi boca de esa manera tan violenta, uh. Lo llamaban "Teleportanosequé" y bueno. Me han dicho que cuantas más veces pase por ese conjuro, menos me afectará... Aunque no me fio, puede que sea una broma suya... mejor no probar eso de nuevo.

Junto con Aralhel, rastreamos la zona encontrando varias marcas de huida, de seres enormes con huellas de perro, ramas rotas, goteos de sangre, es algo ciertamente raro, ningún tipo de trasgoide que yo conozca deja esas marcas a parte de, quizás, los osgos, pero estos son más grandes y la separación es mucho menor, así que no eran trasgos o seres parecidos a ellos, así que lo más obvio era pensar que eran gnoles porque los gnoles suelen atacar a presas acorraladas, y no suelen huir, ya que eligen bien cuando atacar, y sus emboscadas son letales, no suelen lanzarse de cabeza. Aún con todas, salieron huyendo, y seguimos su rastro.

No fue demasiado difícil, no me mentiré. Cuando uno entra en estado de huida, como hacen muchos animales, como liebres y ademases, entran en un "Modo" que les hace huir sin pensar en otra cosa que alejarse del peligro, por eso creo que fue tan sumamente sencillo perseguir a esos gato perros. Aunque a mitad del camino encontramos, bueno, encontraron el Semicelestial Tanivh y Aralhel una atalaya con una patrulla de hermanos que parecían vigilar la zona, aunque parecían sumamente tranquilos, yo no entendía como podían tener una mirada tan perdida y desentendida. Pues al final resultó ser que estaban ¿Hechizados? No lo sé, pero el hermano que daba miedo, tras varios conjuros y palabras raras que retumbaban en el ambiente, consiguió que uno entrara en razón. Toda una proeza... Al menos es lo que pienso yo, porque yo sola seguramente no habría podido ayudar a mis hermanos. Los mandaron de vuelta a la capital, y sin más, otra patrulla llegó con magia. La verdad es que me vi impresionada por todos los conocimientos que puede haber sobre hechizos y esas cosas que no logro comprender.

Durante ese tiempo, decidimos seguir las huellas, nada complicado, cada vez había más marcas de sangre y, aunque había algún que otro riachuelo que cortaba el rastro, siempre se encontraba al cruzarlo. En verdad salieron como alma que lleva un diablo. Tras unas horas ubicamos una empalizada enorme, con unos gnoles enormes vigilando. Uno estaba bebiendo de un arroyo cercano... Aralhel y yo nos acercamos... Y mientras él le atacaba por la espalda, yo... Salté y le corté los laterales del cuello... Me sentí... rara. No era feliz. Desde luego que no. Me sentí impotente ante el asesinato de ese ser... Desde luego preferiría haberlo noqueado, pero lo hecho, hecho está. Y me siento profundamente decepcionada conmigo misma por eso. Siempre hay una manera mejor... Pero bueno. Eso hizo que nos atacaran otros dos gnoles, ahí tuve que defenderme y no me arrepiento de haberle quitado la vida a uno por salvar la mía. Aún con todas un gnol, más grande que los demás apareció meneando sus brazos y gritando en común "Quietos estar, no hacer daño, no hacer daño, nosotros no atacar" bueno. Pensándolo bien, sabiendo que no tenían intenciones de atacar a nadie... Solo hizo que me sintiera mucho peor. ¿Acababa de asesinar a una criatura sin motivo? Seguramente sí.

El líder nos explicó que las hembras de su tribu habían sido coaccionadas de alguna manera atacar al árbol padre, pero que él no quería que sus retoños y hermanos, aunque parecían más bien sus súbditos, entrasen en una guerra que no podían ganar. Pero ya no tenía control sobre su manda porque las hembras le habían dejado de seguir. Así pues, nos pidió, rara y amablemente que eligiéramos un campeón que pareciera fuerte para ganarle y poder ganar de nuevo el respeto de su tribu. Este fue tanivh. Bueno... EL plan era bueno. Pero el semicelestial parecía distraído. Empezó la batalla... Y duró tres golpes mal contados del líder gnoll. Obviamente esto no ayudó en mucho. Pues una gnoll hembra que se hacía llamar "Empoderada" salió de entre la multitud de los de su especie, clamando que ella no se creía nada, y que quería derrotar al verdadero "Campeon elfico". Así pues. Nuestro campeón. Aralhel, emergió de entre el grupo, con un suspiro de hastío, y bueno, le partió el hocico a esa hembra. Asegurando que el líder gnol siguiera siendo respetado. Poco más que decir. Tuve que tratar a Tanivh, que estaba muy feo, pero vivo. Varias costillas hechas trizas y el brazo izquierdo dislocado y el hueso roto... Bueno. Al menos todo ha salido decentemente. Y solo se han perdido tres vidas por salvar muchas otras. Sigo decepcionada conmigo misma, pero al menos lo hecho, hecho está. Y estoy feliz de haber podido ayudar a mis hermanos.

Sigo mirando a la luna, sonrriendole y aprendiendo cosas nuevas, sigo conociendo gente nueva y superando mi miedo, sigo entrenando, sigo usando mi estoque y mis hachuelas. Pero bueno. Poco a poco. Espero seguir creciendo como persona y poder regresar con mi manada y asistirlos con los condenados gnoles y huargos que los molestan. Pero sigo siendo demasiado debil... Pero bueno. Todo es seguir hacia delante.

ArgonEro · **Publicado:** 21 Mar 2021, 19:26

Musiqueta para ti
... Y hoy no era el mejor día para hacer esto, pero estoy realmente... Estresada... Acabo de bajar ahí. "Ahí" es... Bueno. Aralhlel lo llamó "Supraoscuridád" que es algo parecido a la parte "Menos peligrosa y con más comida. El coto de caza de las criaturas que hay más abajo" de las tinieblas que tiñen de negro las tierras bajo nuestros pies. Es aterrador... Y aún por encima solo bajamos por una soberana tontería... Pero empezaré por el principio...

Hace unos días la maestra Loreliel y Aralhel me avisaron de que debería ir con ellos, para ayudar a mis hermanos en una expedición a la supraosucirdád. Al principio pensé que era simplemente una forma bonita de llamar "Cuevas profundas" de la maestra, que es bromista a veces. Pero estaba... Muy muy equivocada. Llegó el día y nos juntamos todos. Aralhel, Loreliel, Emil (Por que todos sus nombres acaban en "L"?) Orisong, Thanivh, Valrieth y Erven. Todos parecían ¿Tranquilos?. Pero vi en su mirada ese terror, esa incomodidad. Desde luego en el tiempo que tardamos en reunirnos desde que nos dieron la noticia, me ocupé de encontrar la poca información que pude sobre la infame supraoscuirad, y simplemente, cada palabra que leía me echaba más para atrás, pero no podía dejar a mis hermanos. Nunca podría dejarlos.

Cruzamos el puente derruido y nos integramos en las estancias del pulcro templo de shevarass, no pulcro porque fuese limpio, al contrario, pulcro porque la humedad taponaba mi boca y el silencio del lugar solo me causaba más terror del que ya poseía... Y eso que yo adoro el silencio. Allí esperaba un elfo bastante alto, parecía majo... No, a quien quiero engañar, daba un miedo infernal, su mirada, su forma de hablar, se parecía tanto a Aralhel que hasta me helaba la sangre. Tras hablar con él, bueno. Hicimos lo más estúpido que podríamos haber hecho, seguir bajando.

Llegamos a una estancia asquerosa, llena de telarañas, y su olor no era mejor, apestaba a muerte, a abandonado y a putrefacto. Desde luego no es lo mejor del mundo. Avanzamos y el grupo se paró varios minutos para lanzar palabras mágicas al aire y hacer cosas que no entendía, pero supongo que si lo hacen, será para el bien del grupo. Aunque si soy sincera, podrían habernos maldito y yo no me habría enterado. Jeh. Continuamos por la estancia, no escuchábamos nada, escepto el repiqueteo de patitas contra la piedra justo al final de esta, así que simplemente bajamos. Yo segunda, Aralhel de primero y Loreliel de última. No parecía que hubiese problema hasta que Orisong bajó gritando (Cómo no, es ruidoso hasta decir basta) que una araña había atacado a Loreliel. Subimos todos a prisa para ver a esa asquerosa bicha.

Era enorme. Sus patas, asquerosas y finas, de entre sus pinzas gorgoteaba un líquido asqueroso que ni sabía que era. Sus ojos eran espeluznantes. Que asco daba. Por una vez en la vida, no me daba ni pena ni gloria terminar con una vida ajena. Al contrario, me sentí... Impotente y enfadada al ver un capullo a medio hacer, era Loreliel... Con los ojos en blanco y espuma en la boca, solo hizo que quisiera clavarle con más fuerza el estoque a ese asqueroso ser. Que hice, repetidas veces junto al grupo. Le dimos un buen escarmiento y, Tannivh con sus poderes de celestial eliminó el veneno de mi maestra... No sabía que él podía hacer eso, pero mira. No me voy a quejar. Bajamos de nuevo, pero la bicha atacó a Valrieth por la espalda... Eso fue bastante malo, porque la mitad del grupo decidió regresar con ella, al menos los más ruidosos y tratarla en la ciudadela. Vaya. Eso me alegró. Cuantos menos fuéramos, más probabilidad de sobrevivir. Los grupos ahí abajo que no saben moverse sigilosamente, simplemente son inútiles y son la presa de todo lo que sepa cazar.

Nos adentramos poco a poco en esa oscuridad tan tenebrosa y que desde hoy maldigo y odio, para seguir galerías, por incontables horas en las que el único amigo que tenía era el susurro de Aralhel dándonos indicaciones de como no morir. Cosa que, supongo que funcionó si estoy escribiendo esto ahora mismo. Encontramos los condenados hongos que necesitábamos en una galería, pero la mayoría estaban pegados con fuerza a esta y eran pequeños, por lo que era imposible arrancarlos sin fastidiar sus raíces, que si, tenían raices por todas las paredes. Al final encontramos un par, tres en concreto que eran jóvenes y podían servir para hacer una plantación en la superficie, bueno. Superficie. El templo de shevarass. Que es tan sombrío y húmedo como la supraoscuridad.

Un poco más adelante encontramos un campamento de trasgos, blanco facil. No parecían ser ni buenos tramperos, los barrimos rápidamente y continuamos serpenteando hasta una colonia de setas andantes. ¿Se llamaban Miconidos? Así los llamo Tannivh. Pero eso. Empezaron a echar esporas... Y salimso por patas, cansados, regresamos a la superficie hechos trizas, cansados, y yo medio envenenada y con los músculos desgastados. Sigo notando los pinchazos mientras escribo esto. Y ahora, para que te rías, Phay, para que sepas lo idiota que uno puede llegar a ser. Así y puedas recordar que el mundo no es tan inteligente como esperabas... Bajamos a ese campo de batalla trampeado y lleno de peligros para conseguir setas y hacer condenados MUEBLES. Brillante.

ArgonEro · **Registrado:** 03 Jul 2019, 11:54 **Mensajes:** 243 **Edad:** 20

Hace ya varios meses que no vengo a ti. Señor diario. La verdad es que he estado ocupada y estresada a partes iguales. Esta parte del Wealdath siempre tiene cosas que hacer. Y la verdad es que no sé si me gusta. Pasar de la tranquilidad de mi soledad a tener que estar constantemente con otras personas es algo a lo que nunca me voy a acostumbrar. No sé como Loreliel lo ha hecho, pero sigo sintiéndome tremendamente incómoda. No ayuda que todos estos días me haya sentido tentada a aullar a luna cuando esta llena.... Como siempre he sentido ese deseo de transformarme y bueno. No es que haya hecho mucho por combatirlo. Cunado tengo ganas me aparto. Me transformo y me doy un paseo por tierras humanas. He notado que muchos o la mayoría de aventureros que me cruzo sin querer por ahí no me atacan. Y me llaman como a la maestra. Si lo pienso en frío, prefiero que siga así. No me gustaría que descubrieran nada. Eso complicaría las cosas.

Por otro lado he estado ocupada ayudando a la gente. Y tratando de acostumbrarme. Saliendo herida en todos los casos. No me siento orgullosa de muchas de mis acciones. Pero de estas, al menos puedo decir que sonrió a la luna pensando que lo he hecho. No tendré pesadillas por tener que recordar como conocí a una sacerdotisa de selune. Selise. Una Aasimar muy agradable y amable. Me gusta mucho. Es amigable y su pelo es azul. Es interesante gentil y conoce mi condición. Por otro lado he hecho cosas más productivas que irme a la infraoscuridad para hacer muebles. He estado bastante ocupada. He ayudado a Zentakord a encontrar una especie de veneno que un grupo radical ha esparcido por toda Amn. Así mismo he estado tomando clases de esgrima con Durei. Me gusta es gentil conmigo y no me echa la bronca cada vez que me equivocaba. Es muy amistoso y se preocupa por mi. Me gusta. Su mujer es también hermosa -como él- y muy gentil conmigo. Son una pareja que me agrada mucho pues, aunque sean elfos tocados por las manos humanas y no se comporten como elfos. Algo en ellos me hace sentir cómoda. Nadie les quitará su gentileza. He aprendido con él muchas cosas con él. Aunque solo hayamos tenido un par de clases. He aprendido a usar más mi destreza y menos mi fuerza para golpear con el estoque. A posicionarme a estocár a colocar bien los dedos en el estoque y a mantener la distancia de combate. La verdad es que me gusta entrenar con él.

Por otro lado he tenido dos grandes aventuras de las que estoy orgullosa de haber podido ayudar. Aunque no me sentía muy cómoda ni debajo de las tierras humanas ni me sentía muy cómoda guiando a un grupo por un volcán. Pero bueno. La vida no es perfecta y fui yo quien decidió recibir cortes y quemaduras por los demás. ¿Al fin y al cabo, quien va a poner el escudo cuando haya que defender a un hermano? Pues me tocará a mí y a los demás. Claro.

La historia del gusano enorme y loco fue estresante, pero al mismo tiempo fue una aventura donde miedo. Pasar. Pasé, pero mereció la pena. Bajamos por una cueva que había en la cala de entre la ciudad de la moneda y la que pueden entrar los monstruos al norte de la ciudad de la moneda. Bajamos nos enfrentamos a un montón de seres deformes asquerosos y fuertes. No fueron mucho rival para nosotros. Aunque mi inexperiencia hizo que me llevara un par de malos golpes pero estoy bien. De eso ya hace casi dos meses. Bajamos y bajamos más. Algo que no me agradaba. Pero seguía manteniéndome medianamente tranquila. Luchamos con unos bichos grandes que parecían mantis religiosas pero rojos. Con unas cuchillas por brazos. No sé como se llaman. Al final llegamos a unos túneles rarísimos. Donde todo empezó a temblar. Había tiburones de tierra y un bicho enorme púrpura y gigante. Parecía que algo lo estaba atrayendo a la ciudad humana de la moneda y bueno pasó lo que pasó. Nos enzarzamos. Y... Como no. Me atacó a mí. Suerte que la maestra loreliel me enseñó a moverme ágil para centrarme en defenderme porque si no estaría muy muerta ahora mismo. Vi como volaban flechas golpes orbes de colores de las manos de los arcanos. Me sentí por un segundo en mi elemento. Centrada. Algo que desapareció al ver caer la criatura. Ahí todo empezó a colapsarse... Y buscamos una salida. Menos mal que había una cerca que si no. Estaríamos muy muy muertos.

Por otro lado los elfos de la ciudadela habían estado teniendo problemas con una especie de cristal raro. No sé que era. No lo entendía. Pero mataba toda la vida que podía llegar. Hacia algo raro que describieron como "Irradiar energía negativa" sea lo que fuera eso. Había que destruirlo. Y yo no iba a quedarme de brazos cruzados. Así que me puse al servicio de los elfos para guiar a un grupo de humanos y elfos por un volcán activo en las islas… Vaya. Eligieron una isla activa cerca de Aún y nos vimos teleportados ahí mientras Tannivh sostenía el cristal. Allí nos esperaban los refuerzos humanos. Me sentí muy estresada al principio. Pero luego empecé a centrarme. No podía despistarme. No podía dejar que ese cristal callera en malas manos y matase a nadie más. Debía ser destruido. Avanzamos por la isla plagada de orcos a golpe de maza. Espada, hacha, Conjuro, sudor y sangre fueron el único acompañamiento que me gritaba lo mala persona que era por haber matado a tanto ser vivo. Aunque fueran orcos. No me gustaba.

Tras unas horas encontramos una zona de ascenso aceptable. Y como no. Ascendimos. Poco a poco el calor fue siendo mayor hasta ser insoportable. Recuerdo tratar de beber de mis cantimploras y sentir como era agua prácticamente hirviendo. Me sentí extremadamente estresada. Pero debía seguir. Era la Única forma de guiar al grupo por los riscos llenos de magma ardiente llenos de elementales que nos atacaron muchas veces. Fue una lucha asquerosa y tramposa por su parte, pero nada que el grupo no pudiera arreglar a base de fuerza bruta. Como siempre. Jeh. No se puede racionar con elementales. Vaya.

Siguen doliéndome las quemaduras que me hice por todo el cuerpo al no poder esquivar algunos golpes de esos elementales. Lo peor fue casi al llegar arriba de todo. Al centro del volcán. Alguien grito que veía ojos flotar. Ese fue el ojo de la tormenta. Sombras con alas negras y garras rojas que emanaban una substancia roja y asquerosa nos atacaron. Perdí la consciencia dos veces. Pero no me rendí. Seguí mordiendo, cortando. Luchando. Hasta que ya no quedó más que morder cortar o por lo que luchar. Solo quedó lanzar la piedra. Que. Como no. Solo empeoró las cosas. Hizo que el volcán entrase en erupción. Y literalmente fundiese a varios de nuestros compañeros en el acto. Siendo algunos de ellos Valrieth y Emil. Vaya. Pienso ahora finamente en la cara de terror que tenía en ese momento y seguramente debia dar bastante gracia. Supongo. Salimos disparados del lugar. Ya aparecimos en la ciudad humana de caravasar. Y... Me dejé caer. Todo se volvió oscuro por unos instantes. Hasta que escuché que Valrieth necesitaba ayuda. Supongo que nunca puedo tener momentos para rendirme cuando todo ha terminado. Y menos cuando puedo ayudar a la recién galardonada valrieth con el cargo de Olin Gisir.

Supongo que eso resume bien mis casi seis meses de estancia por este lugar. No es tranquilo. Ni aburrido. No es agradable ni incomodo. Me estoy acostumbrando a algunas personas puntuales... Pero sigo sin ganas de estar con gente.

ArgonEro · **Registrado:** 03 Jul 2019, 11:54 **Mensajes:** 243 **Edad:** 20

Musiquita para el que quiera relajarse un poco

Lo llaman Margnar Cabezacubo

Hace unos días asistí... Bueno con la maestra algo que oficiaba el maestro Durei. Aun así él no estaba allí.- No sé por qué- pero al final acabé dejándome llevar por Loreliel al lugar. Se ve que era algún tipo... de... Bueno entrenamiento raro donde habia gente peleándose porque sí. Sobra decir que no me sentía ni cómoda ni agradada por el despliegue de fanatismo sobre el tema de la lucha. Y que deseaba irme en todo momento. Pero había elfos entre el público y asistentes y me daba miedo que saliesen heridos. Para ser honesta, nunca había estado en nada de este estilo y no conocía que era simplemente un "Juego" entre ellos para pegarse... Algo que me explicaron después.

Jeh... Perdí el control...

Tras un par de minutos y batallas medianamente normales entre la maestra que eran... batallas sencillas... Mazazos. Magia. Ademases. No me sentía muy cómoda en ningún momento. He de admitirlo. Esa fue una de las peores sensaciones que pude haber sentido en tiempo. Así que dudo que regrese a nada como eso. En la siguiente batalla lucharon etrielle Calendil y un ser enorme. Una mole de carne hueso y músculo, que me dio miedo. Me dio miedo y rabia. Pues no tardó demasiado en despachar a etrielle Calendil, ya que esta apenas le hacía daño. Parecía un ser resistente y enorme... Tal y como eran los Gnolls contra los que mi manada solía luchar en el bosque... Humf-... No estoy orgullosa de esto. Pero en ese momento me nublé. No sé si fue por sentirme desubicada por estar dentro de una ciudad. Pero sentí unas ganas incesantes de vengar a Calendil y demostrarle a esa mole que no podía meterse con los elfos así como así.

Separé a Gemma del grupo... Mejoró mis armas... Y bajé. No fue fácil. Gustoso. Ni agradable. No me siento orgullosa. No me siento feliz. No me siento grande ni más persona por decir que le vencí. Me sentí... Rabiosa... Me sentí... Como nunca debí haberme sentido. Me sentí como una traidora al darle una paliza. Por una parte porque sus golpes eran fuertes. Fue un guerrero feroz. Eso no se lo quita nadie. Pero me avergüenza decir que la rabia. Como en una noche de luna llena, me cegó.

Dos días después me enteré de que él mismo solo había asistido para ver. Y que le habían dicho de bajar a medirse. Y no había venido con esas intenciones. Eso solo hace que me sienta peor. He de encontrarle y disculparme... Porque como siempre digo. El que erra no es el que comete el fallo... Si no el que no reconoce sus errores.

Por otro lado esto me recuerda que he de regresar con mi manada y asistirles con el tema de los Gnolls... Ya he pensado en cómo hacerlo y he buscado a un grupo de personas que me van a ayudar. Entre ellos Loreliel. Alyssa... Y algún aliado más. Solo necesito ayuda de alguien diplomático que conozca el idioma... Gnoll. Eso nos ayudaría en caso de que deseen... Llegar a un acuerdo. Personalmente no me gusta derramar sangre. Menos desde aquel día con Margnar...

Offtopic :: Jeje siento que este sea cortito. Pero es para explicar un poco el descontrol que tiene la caotica phay a veces y que no esta orgullosa de algunas de sus acciones!

ArgonEro · **Registrado:** 03 Jul 2019, 11:54 **Mensajes:** 243 **Edad:** 20

Algunas cosas han pasado desde hace unos días. El tema de Margnar y mi descontrol de esa noche de luna llena me suscitó algún que otro problema. Vaya. Pero bueno. Nada que no pudiera solucionar. Ultimamente me he visto en muchas tesituras diferentes. Teniendo que salir de casa, del Wealdath para asistir a mis compañeros del enclave. Muchas veces en Amn. Amn es... Rara pero me gusta. Me gustan sus bosques su geografía. Posee desde humedales a bosques. No demasiado frondosos como aquí en el wealdath, pero se le parecen. ¿Los disfruto tanto? No. En Amn hay una temperatura mucho más destacada que en el Wealdath. Aquí es todo más suave. En Amn las temperaturas o son muy calurosas o muy frías. Vaya. Así que he hablado con Rigel. Un explorador del enclave. Es muy agradable gentil. Le he pedido que me enseñe a desenvolverme en otros terrenos que no sean bosques. Porque, no voy a mentirme a mi misma. Soy bastante patosa fuera del bosque.

Durante horas y horas estuvimos danos vueltas por los picos de las nubes. Coto de caza de algún que otro Lythari según sé. Me enseñó algunos trucos muy interesantes. Como formas para seguir rastros en la nieve, rocas o maleza. Revisando el barro sobre las anteriores. Además, me ha enseñado a tolerar un poco más el frío. Me gusta como me enseña. Me da mi espacio y tiempo para reaccionar.

Por otro lado, por una vez, conseguí acabar una aventura feliz y contenta. Eso es raro. Suele haber muerte y desprecio a las aventuras que voy, pero el enclave ha sabido usar el camino de la diplomacia. Durante días, hemos estado vigilando los bosques cerca de los picos de las nubes, zona en la que el agua y la vegetación estaban resentidas por alguna razón. Tras días de investigación, y tras hablar con un orco muy mal hablado y con formas. Nos contó algo así como que estaba luchando contra el veneno del clero de Talona. Una deidad muy rara. Aunque él mismo era seguidor de una deidad relacionada con la ponzoña y el veneno, parecía que no se llevaba bien con ellos. Tras un rato nos dijo que él había creado un veneno, que los del otro clero le habían robado y lo estaban usadndo inadecuadamente. Eso nos dio una pista. Una que usamos sin dudarlo. Por un lado sé que Emil y los demás estaban trabajando en un antídoto, pero no supe mucho del tema.

Con esa información regresamos al círculo del Eldath, y hablamos con un druida muy agradable, aunque algo patoso, de buen corazón. Zentakord y los demás lo convencieron para que nos ayudase a eliminar el veneno de una de las fuentes fluviales y nacimiento de varios ríos del alandor, que descendían desde los picos. Así pues, en calidad de ayudante y brote del enclave, ayudé a guiar al grupo junto con Rigel y los demás. Llegando al lugar en cuestión. Para nuestra sorpresa, la zona estaba plagada de elementales de hielo. Aunque débiles. Eran un mal augurio del futuro. Aunque no encontramos nada más que una caravana en la nieve. Esta tenía un par de barriles a sus costados. Burbujeaban un poco, pero no le dimos mucha importancia. Además, escuché unos sonidos cerca de esta, parece ser que había tres hombres armados hasta los dientes que defendían la caravana. Mugrientos con los labios cortados y pinta de que pertenecían sin duda al clero de esa diosa de la ponzoña y el mal. Mientras regresaba con los demás para contarles sobre ellos, no sé como, pero en una fracción de segundo unas serpientes de tamaño considerable salieron de la caravana y me saltaron a mi cuello. Recuerdo entrar en pánico, y no pensar nada más que en defenderme. Cada mordedura suya era un dolor aceptable, pero en cuanto empezaron a morderme más y más, noté como esos colmillos serpentinos desgarraban mi carne. Fue un combate... Mhm... Lento y doloroso. Pero me zafé de ellas con ayuda de mis compañeros. Rigel hasta capturó una.

Obviamente hicimos ruido. Y se acercaron los secuaces. No se lanzaron a por nosotros. Fue raro pero un suspiro. Eran notablemente agradables. Es decir, no eran como los bandidos amn que se lanzan a por ti en cuanto tienen la oportunidad. No. Al menos hablaron con nosotros. Aunque de manera bastante torpe y... Algo graciosa. Conseguimos hablar con una dama que a saber por que iba en manga corta en él los picos de las nubes. ¿Quizás quería insertar temor? No lo sé. Parecía algo tonta. Eso si. Lux usó sus dotes de lengua bardica del bosque para convencerla de que abandonara sus actividades. Al menos eso creo que es lo que sucedió. No sé si la hizo arrepentirse. Aunque el druida que llevábamos del Eldath no se lo tomó nada bien.

Aun así Rigel me consiguió una muestra del veneno. Ya que esta muchacha era la que envenenaba las aguas y la naturaleza del lugar. Conseguimos resolverlo hablando. Sin pelearnos, y sin derramar una gota de sangre. AL menos no humana. Pobres serpientes. No tardé mucho en llevar dicha muestra a Acala. Que es alquimista. Así, si eso condenados humanos envenena-lugares tratan de hacer algún mal en el bosque. Podremos reaccionar rapidamente.

Por otro lado, he estado ayudando en algunos preparativos referentes al pueblecito pesquero de Kalathir. Que ha sido recoger algo de madera mientras trataba de no salir huyendo porque hay cien mil millones de personas a mi alrededor.

ArgonEro · **Publicado:** 21 Jun 2021, 13:06

Musiqueta para ti

Uh... Ni siquiera sé por donde empezar... Llevo cuatro meses haciendo de todo, y no me he parado a revisar mi diario, pero le prometí a mi padre seguir guardando mis aventuras mientras estuviera fuera de casa. No es algo entretenido, y a veces simplemente no tengo ganas; desde luego prefiero leer a escribir, o cartografiar... Hablando de eso, estos últimos meses he estado visitando casi cada recoveco entre Amn y Tethyr... Bueno, más bien entre Amn y Wealdath, ya que la zona Sur de Tethyr no me llama de momento, tambien he estado estudiando caminos circundantes de estas dos naciones, pero me he centrado sobre todo en mi querido bosque, que me ha dado cobijo y alimento por más de un siglo. Vaya.

Bueno, esto es más o menos lo que tengo en mi mapa personal, no es poco... aunque en las ciudades no he entrado, vaya, sigo teniendo... pocas ganas de acercarme a esos lugares tan bulliciosos, aunque sí que lo hice una vez, en Nashkel... Por ayudar a una niña humana que lloraba. Pobre. Por otro lado, durante varios meses me fue con Alyssa, una miembro de mi manada, a ayudarla con sus problemas, donde una maldición se había cernido sobre su familia, algo que... Me dolió. Resolvimos el problema, pero el desenlace fue agridulce al menos para mí. No es algo que me gustara, pero cuando luchábamos contra un bicho enorme de hielo con alas, consiguieron derribarnos, a todos menos a Alyssa que siguió cazando sectarios raros desde las sombras. La verdad es que para lo pequeña y menuda que es, es una oportunista innata. La cosa es que acabaron atándome, y yo odio que me aten... Y se me fue la cabeza, quizás un poco de más. He de aprender a controlar mis instintos... Aunque suele ser difícil cuando te tienen atado para cocinarte viva en un caldero... vaya. Al final acabamos siendo liberados por Alyssa, o eso creo. La verdad es que no estaba yo como para fijarme. Alguien me quito las ataduras, y luchamos al ser alado de hielo. La verdad es que fué un poco muy anti climático. Shack rugió con todas sus fuerzas y... ¿Lo asustó? Vaya que si lo asustó. El ser que tanto ego desprendía, ahora huía cual rata perseguida por un gato. Shack lo humilló derrotándolo con un laúd. Vaya...

Uh. Y que no se me olvide, ese día Zentakord, Shack y Elrid descubrieron mi secreto, pero... No sé por qué, pero me aceptaron, quizás sea una bendición de Solonor, quizás un empujón de Selüne, no lo sé, pero prometieron no decir nada.

Por otro lado también he estado tomando clases de Silvano, no es un idioma fácil, según Shack me explica cada día, ya que es hablado por seres caóticos... y salvajes como yo, no es fácil encontrar un diccionario, pero muchas de sus sílabas son simples. Shack ha sido muy amable y me ha dado el abecedario silvano, y lo he estado practicando por varios días... Semanas... O dekhanas, no lo sé. El tiempo se me pasa volando cuando leo y aprendo. Espero poder empezar a hablar poco a poco el idioma, Shack también me ha empezado a dar frases para que practique, tengo una pronunciación horrenda, pero esto me trae recuerdos muy buenos de cuando aprendí Dracónico. La verdad es que al principio no me fiaba mucho de shack. Es decir... Es un ser con cola y escamas que viste con colores muy llamativos. No me inspiraba mucha confianza, pero con el tiempo he visto que es una persona muy agradable, y me trata de manera muy tranquila. Aunque por una razón siempre me siente cuando estoy cerca... Tiene un oído excepcional.

También he empezado a acostumbrarme a la gente, no demasiado, sigo estresándome cuando hay mucha gente cerca... Pero al menos ahora puedo estar con tres... O cuatro personas a la vez. He encontrado una manera de ir en barco sin sentirme apresada... Y si, aunque lo haga con todo, me llevo infinidad de libros y me pierdo entre ellos hasta que llegamos al destino.

También tuve un encontronazo con otros cambia formas, licántropos los llaman, fue algo raro, desde luego. Acudimos a la llamada de ayuda de un leñador que había sido atacado por un hombre lobo. Vaya, eso despertó en mi cierta curiosidad ¿Un hombre lobo? Mhm, cada vez pienso que los de mi condición no somos tan escasos, ya que en este año escaso que llevo caminado entre Amnianos y Thethyrianos me he encontrado con al menos una docena. El caso es que un hombre, infectado por la licantropía había atacado al leñador y nos pusimos a investigar. Se reunió a dos grupos, yo estando en el segundo. La verdad es que no me gustaba estar cerca de tanta gente, pero no pude hacer otra cosa, mi deber era ayudar, así que guíe al grupo por los humedales, por una zona cercana a Kalathyr, sí. No tardamos demasiado en detectar el olor y marcas de dicho ser encontrándolo por la vecindad, pero, no estábamos ahí para cazarlo. No. Estábamos ahi para ayudarlo. Hablamos con él, descubrimos que se llamaba. Er Creo que era Cerbian, no lo recuerdo con exactitud, tras un intercambio leve de palabras huyó. En ese momento Anith llegó para buscarnos indicándonos que el segundo grupo había encontrado a otro cazador, así que nos reunimos entre todos. Y... Uh. Al acercarme un olor familiar me golpeó en la cara. El cazador que habían encontrado. Era uno de ellos un hombre lobo. Pero no podía decir nada ¿Y si huía? Pero bueno, yo no soy ni la más sutil ni la mejor mintiendo. A pesar de intentar ocultar mi olor él tambien supo que yo era... Lo que soy. Aunque... ¿Me sonrió? Mhmf. Eso me dio más miedo de lo que podría haber imaginado. Al final descubrimos que él habia infectado a Cerbian, y que este estaba en un estado de pánico, y había huido. Por suerte el cazador, creo que se llamaba... "Messtan" nos ayudó a encontrarlo de nuevo, dejando que Zentakord le diera un antídoto, devolviéndole a su cordura. Todo esto mientras el señor Funambulista, Cass, creo que se llama, convencía a dos cazadores que venían a matar al humano infectado de que los dejaran en paz. Fue todo algo caótico, y no estaba muy centrada porque había mucha gente, pero... Todo acabó bien.

Creo que poco a poco todos me van conociendo, saben más o menos que puedo ser de ayuda como guia, es algo que me apasiona, pero las multitudes me siguen poniendo muy nerviosa. ¿Quizás mejore? No lo sé. Pero desde luego no he dejado de practicar con Loreliel, ni con Durei, afinando mis capacidades de sigilo combate esgrima y ademases. Han sido unos meses movidos, y me alegro de haber podido ayudar a mis amigos, y a mi manada. Pero sobre todo. A mi pueblo. También he empezado a enseñar a otros elfos, nunca me vi como profesora, pero siempre es agradable transmitir los conocimientos de uno a otro.

No sé que me deparará el futuro, no sé como, pero sé que algún día moriré por mis hermanos, y será un honor hacerlo por ellos. Noto que voy mejorando, avanzando a pasos bastante grandes, de hecho estoy a un paso de entrar en el círculo interior del enclave esmeralda, y espero poder hacerlo. Mientras tanto... Sigo vigilando

ArgonEro · **Publicado:** 20 Sep 2021, 13:43

Deseo gritár, huir y esconderme

Hace mucho que no escribo aquí. Tampoco lo he visto necesario hasta ahora... Antes era una pequeña manera de recordarme que siga hacia delante... Y por eso he vuelto a ti. Aunque seas el centro de mis miedos. Tú. Mi diario. A veces me recuerdas qué soy yo. Muchas cosas han cambiado. Y la Phay asustadiza que temía con locura a todo lo desconocido se ha vuelto una gentil sombra de lo que era-… Ya no quiero contar mis aventuras, porque no son algo que necesiten ser recordadas... Relataré... Mis desventuras. Porque son lo que me cambian.

Desde hace unas horas que llevo en camino al regreso a mi casa. Pues desde Ritavin todo es bullicio. Miedo, desesperanza. Tres a uno. Una batalla que acabará con más sangre de la que nunca quise ver. Ni veré. Me duele en el alma ver como el mundo es solo un tablero de ajedrez donde cuatro niños, "bendecidos" por los dioses se pelean por un juguete. Porque no hay otra manera de llamar a los que mueven Toril. Niñatos sedientos de poder.

Poco a poco he empezado a relacionarme con algunos. Creo que ha sido algo que ha pasado sin siquiera darme cuenta. Sobre todo cuando antes me sentía incómoda cerca de cualquier grupo, hace poco pude estar junto a mis... Hermanos en el bosque sin sentirme demasiado atacada. Quizás sea que mi confianza va aumentando en ellos... Yo desde luego... Pondría mi vida en sus manos. Y defendería las suyas con garras, colmillos dientes y hasta mi vida. Pero es algo que no quiero pensar. Hace mucho que me he mentalizado que no llegaré a una edad anciana. Caeré defendiendo a los míos. No es que sea lo que yo quiera. No me agrada la muerte. Sé que es parte del ciclo. Pero... Sigue siendo algo muy duro. Sin duda.

Por otro lado he estado estudiando mucho, he cambiado los libros de aventuras, amor desamor y ademases, aunque los siga leyendo de vez en cuando, he encontrado cierto justo en recrearme con las enciclopedias que relatan los seres de las profundidades. Quizás sea porque eche de menos a Aralhel. Siempre estará en mis ojos. Aunque ya no pueda ver esa mueca de desagrado suya. Aunque desde luego, no la olvidaré.

Por otro lado he regresado con mi familia. Cuando me sentí suficientemente capacitada. Regresé con mi manada, con Agüez, con mi padre mi madre... Y los condenados Huargos. No me enorgullezco de lo que hice. Les ofrecí un trato. Uno en el que ambos grupos podrían convivir. Pero la manada de lobos estaba mermada y se sentían en superioridad. Decidieron atacarme. Ahora, no me pesan sus muertes. Pues es algo que apartaré en algún lugar de mi memoria. Recordar que acabé con todos y cada una de las amenazas que ponían en peligro mi familia, mi manada. Mancharme las manos de su sangre. No fue bonito, no me gustó. Pero a veces hay que tomar decisiones, y decidir el mal menor. Aunque no fue lo mejor. Me hizo tomar una decisión. Con mi manada libre. Zera, la hija del líder de la manada que me había acompañado en mi camino, decidió quedarse. No la culpo. Había cumplido su parte. Hemos defendido a la manada. Y no podemos hacer más... Mi camino había terminado.

Hasta yo lo pensé. ¿No es así? ¿Para qué volver? ¿Para qué regresar? ¿Qué tenía yo que hacer? Si mi misión estaba rematada. Si mis ojos ya habían visto a mi familia sana salva y con su supervivencia asegurada. Lo vi claro. ¿Por qué irme?

Eso no duró mucho. Vaya que no, la primera mañana que me quedé ensoñando antes de seguir con la "Nueva rutina" me acordé de ti. De Ti, Phay. De esa elfa que le tenía miedo a todo, que se había acercado a ver como tratar de arreglar algo, y ahora, con su misión hecha, se sentía desplazada. ¿Qué podía ser?

Mhm. Es algo que me pregunté por horas. Y de golpe, cuál guantazo mal dado por un trasgo en un camino. Me sacudió. ¿Mi familia? Desde luego. Mis padres son mi familia. Pero toda regla dicta que el lobezno una vez hecho lobo, debe buscarse un nuevo lugar. Aun así yo ya tenía un lugar al que ir. Me acordé de ellos. Iorfindel. Kalthalas. Durei. De ellas, Valrieth, Cassandra, Loreliel. Calendil. Todos ellos... Eran... ¿Mi familia?

"Padre, madre, pues vos me inspirasteis a salir, a ver,
he hecho lo designado, más no me siento con los míos,
siempre seréis mi familia, más ahora tengo a un pueblo,
ahora me siento una más, ahora he madurado, ahora lo veo.

Partiré al Este, donde los elfos se reúnen en un gran árbol.
Estaré ahí para vosotros, estaré ahí para ellos.
Recordad lo que me habéis enseñado. Y sabréis el porqué de esto.
Os quiere. Phay Reyphara. Ardilla plateada."

Poco a poco lo fui viendo más claro. Y con una nota. Con una despedida. Abandoné el nido. Para regresar con los míos. Con mis hermanos, hermanas, guerreros, magos, bardos. Todos diferentes, pero parte de mi familia. Porque me había aceptado como era, y no me sentía digna de dejarlos atrás. Simplemente... Regresé con los míos. Y dudo que les cuente nunca que casi me quedo en un lugar abandonado de las miradas de las gentes del bosque... Más lo correcto se ha hecho. Y sigo luchando por los míos.

Supongo que nunca aprendo. Pero es que me encanta... Me encanta estar con los míos. Phay ha dejado de ser lo que era. Pero tú recuerda... Sí, tú, la que escribes ahora mismo, y te leerás dentro de cincuenta años, recordando cómo tu vida cambió gracias a unos condenados huargos. Cómo dice el dicho humano. No hay mal que por bien no venga.

Y aunque ahora mismo le hayas prestado tu diario a Valrieth. Para que te comprenda. Recordarás... Seguramente añadir estas páginas. O quizás no. Quién sabe.
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Diario de una loba que adora leer

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